(video)M Muriel
Educasol@listas.us.es
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El presente video muestra las humillaciones a que son sometidos los palestinos. En él, una mujer pretende cruzar el Muro por la ¿terminal? de Qalandiya (por lo que se ve) sin "los papeles en regla". La grabación fue realizada con una cámara oculta; las fuerzas israelíes no permiten la toma de imágenes de sus instalaciones.
http://palestinaocupada.wordpress.com/2010/11/28/compuertas-rayos-x-y-h umillaciones/
Una familia Palestina vuelve a casa por Ramadán. "Terminal" del Muro en Qalandiya
Una familia Palestina vuelve a casa por Ramadán. "Terminal" del Muro en Qalandiya
En 1923 el ucraniano Vladimir Jabotinski, el mayor y más temprano exponente del ala derecha del sionismo, escribió “El muro de hierro. Nosotros y los árabes”. En el opúsculo decía que – como no cabía esperar que los árabes fueran a aceptar la colonización extranjera – no había otra opción (desde un primer momento) que someterlos con un “muro de hierro”.
El razonamiento iba dirigido a aquellos judíos que “ingenuamente” pensaran que podía llegarse a un acuerdo con los nativos, que estos habrían de consentir la cesión de su patria; aunque sólo fuese una pequeña parte. Si los españoles habían conquistado Sudamérica y los ingleses, escoceses y holandeses Norteamérica, ¿por qué ellos, los sionistas, no iban a poder hacer lo propio en Palestina? No valía llamarse a engaños, había que someter a los árabes de Eretz Israel (El Gran Israel) con mano de hierro, toda vez que (como es natural) iban a rebelarse y que, por otro lado, era imposible expulsarlos de Palestina.
El darwinismo de Jabotinski, la idea del Muro – (en sentido metafórico) de “bayonetas judías” o, como finalmente resultaría ser, de hormigón y más de 700 km de largo – es una plasmación de los presupuestos del sionismo y de la política de Israel; desde Ben Gurion hasta Netanyahu. Para ello cuentan con el asentimiento, cuando no colaboración, de la necesaria “potencia desinteresada”; primero Gran Bretaña y luego los EE UU.
El razonamiento iba dirigido a aquellos judíos que “ingenuamente” pensaran que podía llegarse a un acuerdo con los nativos, que estos habrían de consentir la cesión de su patria; aunque sólo fuese una pequeña parte. Si los españoles habían conquistado Sudamérica y los ingleses, escoceses y holandeses Norteamérica, ¿por qué ellos, los sionistas, no iban a poder hacer lo propio en Palestina? No valía llamarse a engaños, había que someter a los árabes de Eretz Israel (El Gran Israel) con mano de hierro, toda vez que (como es natural) iban a rebelarse y que, por otro lado, era imposible expulsarlos de Palestina.
El darwinismo de Jabotinski, la idea del Muro – (en sentido metafórico) de “bayonetas judías” o, como finalmente resultaría ser, de hormigón y más de 700 km de largo – es una plasmación de los presupuestos del sionismo y de la política de Israel; desde Ben Gurion hasta Netanyahu. Para ello cuentan con el asentimiento, cuando no colaboración, de la necesaria “potencia desinteresada”; primero Gran Bretaña y luego los EE UU.
El presente video es una pequeña muestra de lo anterior, de las humillaciones a las que se ve sometida la población autóctona. En él, una palestina pretende cruzar el Muro por la “terminal” de Qalandiya (por lo que se ve) sin el correspondiente permiso del ejército israelí. Es viernes de Ramadán y, presumiblemente, se dirige a la Explanada de las Mezquitas (Jerusalén). La soldado israelí – en el habitáculo blindado junto al control de rayos X – es una veinteañera de origen etíope. La grabación fue realizada con una cámara oculta; las fuerzas israelíes no permiten la toma de imágenes de sus instalaciones y, por consiguiente, que se pueda mostrar al mundo el régimen con el que soñó Jabotinski
Héctor Farías saludando al primer ministro
Ken O'Keffe en la ciudad de Gaza
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